Al año de la epidemia de SARS, puede ser bueno estar alerta de una posible reaparición del virus. Y no es malo recordar algunos aspectos sobre la infección por este virus.
Transmisión: El virus se ha detectado por PCR en infecciones respiratorias, heces orina y tejido pulmonar. El periodo de incubación fue de 2 a 10 días aunque en recientes estudios se esteablece un máximo de 20 días. Los casos asintomáticos se consideran muy raros y no parecen ser importantes en las transmisión. La transmisión es más importante en aquellos que presentan una enfermedad más grave. Antes de la aparición de los síntomas no se ha demostrado la posibilidad de transmisión. El principal mecanismo de transmisión es respiratorio.
Cuadro clínico: Se presenta inicialmente con fiebre, mialgias, malestar, escalofrios y tos. Distinto a otras infecciones respiratorias comunes es que no hay síntomas de infección de vías aereas superiores y es muy frecuente la aparición de una diarrea acuosa. La radiografía de torax es anormal en 60 a 80 % de los pacientes. Aunque un tercio de los pacientes presentan desde este punto mejoría clínica, dos tercios presentan una enfermedad progresiva con tos persistente, disnea, descenso en la saturación de oxígeno y una radiografía de torax más aparatosa. Un signo radiológico característico de la infección por SARS es la aparición de neumomediastino que aparece en algunos casos. Del 20 al 30 % de los casos requieren ventilación mecánica.
Diagnóstico: El estandard ideal es la seroconversion mediante inmunofluorescencia indirecta o ELISA, obteniendo la muestra de suero preferiblemente a los 28 días de comienzo de la infección. El estudio de IgM no permite un diagnóstico serológico más prematuro. El método preferido de detección viral es a PCR-RT cuantitativa en tiempo real usando una modificación en el método de extracción de RNA. Este método premite la detección viral en aspirado nasofaringeo en el 80% de los casos. Métodos anteriores de PCR solo permiten el diagnóstico en 20 % de las mismas muestras. Las secreciones respiratorias son difíciles de obtener debido a la carencia de una tos productiva.
Tratamiento: Aunque no se ha publicado beneficio con ninguna modalidad terapeutica, los estudios in vitro apuntan a un uso potencial de interferon beta. A diferencia de otras infecciones respiratorias, la carga viral en secreciones respiratorias se incrementa conforme avanzan los días de enfermedad alcanzando su máximo al decimo día del proceso. Algunos pacientes presentan en la segunda semana de enfermedad un deterioro en su estado clínico, cuando la carga viral comienza a descender, y hay alguna evidencia de que los esteroides son útiles en esta fase, sugiriendo una alteración inmunopatológica
The Severe Acute Respiratory Syndrome. N Engl J Med. 2003;349:2381-2382
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